Portabilidad financiera: partida en falso
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Señora Directora:
Altas expectativas se tenían ante la entrada en vigencia de esta ley, que de alguna forma pretendía agilizar el cambio de institución crediticia y aumentar la competitividad entre estas, logrando mejores condiciones de pago para las personas. A dos meses de su publicación, existiendo más de 120.000 solicitudes de portabilidad y sólo 15 de ellas concretadas, podemos sacar varias conclusiones.
Existen ciertos elementos formales que explican su deficiente debut, cómo la tardía publicación del reglamento y la poca estandarización en la operativa de portabilidad. Pero hay también factores de fondo que dicen relación con las condiciones objetivas de portabilidad y la obligación de la institución de dar una respuesta o de esgrimir las razones por las cuales no se acepta la solicitud de portabilidad.
Esto último no se establece en ninguna parte, quedando a merced de la misma institución el aceptar o no la solicitud, el de justificar la negativa e incluso el de responder. En ese sentido y tomando en consideración los números ya mencionados, parece ser que esta ley, hasta ahora, ha sido más un saludo a la bandera que una herramienta de utilidad real.
Raimundo Bravo Fernandez
Abogado y socio STAFF Chile
